El director del Centro de Emergencias y Alertas Sanitarias, Fernando Simón, ha admitido que la falta de equipos de protección individual (EPI) es una de las causas que está disparando el número de contagios entre los sanitarios que están luchando contra el coronavirus. Según las cifras de este martes, ya hay en España 5.400 profesionales infectados, el 13% del total de los casos del país (39.673), y sólo en el día de ayer cayeron enfermos 1.500 más. España es el país con más sanitarios contagiados, por encima de otros que están sufriendo duramente el COVID-19. En Italia, la cifra ronda el 8% y en China, en lo peor de su crisis sanitaria, estuvo en el 4%.

En líneas generales se está proporcionando a los sanitarios el material adecuado, asegura Simón, pero en algunos lugares, reconoce, está resultando imposible suministrar a los profesionales los EPI que necesitan, lo que ha achacado a un «problema de acceso al mercado», ya que esos bienes «son escasos y no existe disponibilidad», pero, añade, «se está en vías de solución».

El responsable de emergencias, sin embargo, cree que existen otras razones para explicar el alto número de contagios entre los profesionales. Una es que, al inicio de la epidemia, se produjeron «dos o tres brotes» en hospitales, lo que tuvo un «impacto» en el número de sanitarios afectados. Otra, «que algunos profesionales se han podido infectar en su comunidad», no en sus puestos de trabajo.

La falta de material en los centros continúa siendo alarmante. Este martes, todavía había profesionales del Hospital Gregorio Marañón de Madrid que estaban utilizando bolsas de basura para protegerse. Hace unos días, los trabajadores del Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares denunciaron que en su hospital ocurría lo mismo. El Sindicato de Enfermería Satse ha denunciado que la falta de EPI es «sistemática y afecta a todos los centros de salud y servicios de los hospitales,

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