Dos fármacos (mAb114 y REGN-EB3) que se han usado desde noviembre de 2018 en un ensayo en el brote de ébola de República Democrática del Congo (RDC) han mostrado unas tasas de supervivencia cercanas al 90% en personas infectadas con el virus. En consecuencia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el resto de agentes sobre el terreno han decidido que, de ahora en adelante, serán los únicos medicamentos con los que se tratará a los futuros pacientes.

De los pacientes que fueron llevados a centros de tratamiento con bajos niveles de virus detectados en su sangre (en las primeras fases de la enfermedad), el 94% que recibieron REGN-EB3 y el 89% con mAb114 sobrevivieron. Había en estudio otros dos fármacos, pero alrededor de la mitad de los pacientes que los tomaban murieron.

«Son los primeros medicamentos que, en un estudio científicamente sólido, han demostrado claramente una disminución significativa en la mortalidad de las personas con enfermedad por el virus del ébola», asegura el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas del Instituto de Salud de Estados Unidos (NHI, por sus siglas en inglés), Anthony Fauci. El análisis final de los datos se dará a fines de septiembre o principios de octubre, tras lo cual se enviarán para su publicación en literatura médica revisada por pares.

Tanto los responsables estadounidenses, como las autoridades sanitarias de la República Democrática del Congo y la Organización Mundial de la Salud (OMS), elogiaron al «equipo extraordinario de personas que ha trabajado en condiciones extremadamente difíciles para llevar a cabo este estudio», así como a los pacientes y sus familias.

«Es a través de este tipo de investigación rigurosa y de rápida implementación que podemos identificar rápida y definitivamente los mejores tratamientos e incorporarlos a la respuesta al brote de ébola», dijeron.

Más de 1.800 personas han en el este de la República Democrática del Congo desde que estalló el ébola en agosto del año pasado. Es el segundo mayor brote de la historia, tras el que se produjo en África Occidental en 2014.

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