El acaso escolar es uno de los mayores problemas que existen dentro de las aulas, que en vez de ser lugares seguros y de aprendizaje, se convierte para algunos niños en sitios verdaderamente hostiles. El bullying es invisible, incapacitante y muy peligroso, y muchas veces deja heridas que siguen abiertas con el paso del tiempo.
El apoyo de la familia y el círculo más cercano de la víctima es algo fundamental para poder superarlo. Así lo ha demostrado Sam Gouveia, un niño de 9 años que con el apoyo de sus padres ha conseguido superar el abuso escolar, encontrando en la costura su mejor refugio. El medio estadounidense CNN cuenta su historia.
«Es raro, es algo de niñas»
Con sus uñas pintadas de rojo y la ilusión de un niño, Sam y su familia son todo un ejemplo de superación para muchas personas. Atrás quedan ya sus primeras experiencias de acoso en el colegio cuando le decían «¿por qué usas esmalte de uñas? ¿Por qué coses? Es raro, es algo de niñas».
Sus padres cuentan que tras este episodio Sam «llegó a casa desolado y nosotros también lo estábamos». Así comenzó esta andadura de amor y aceptación que se ha convertido en todo un reto, pero que ha dado sus frutos.