El archivo de historias clínicas del Hospital Universitario Gregorio Marañón lleva tres meses con una parte del techo roto, lo que según fuentes del propio centro afecta a 155.288 de estos expedientes. “Se cayó el techo del archivo en enero y no se ha hecho nada para repararlo. Hay muchísimas historias clínicas esa zona, que llamamos zona cero, donde no se puede entrar de manera normal, y el personal no quiere entrar porque hay que entrar con casco y acompañamiento”, explica Carlos Castaño, traumatólogo del centro hospitalario y presidente de la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM). Un portavoz del Gregorio Marañón señala que el centro tiene implantada las historias clínicas desde hace dos años, por lo que hay acceso a la gran mayoría de los documentos.

“El techo está en unas condiciones lamentables, con goteras, se están cayendo trozos. Los alrededor de veinte trabajadores con acceso al almacén tienen que entrar con cascos de obras. Las historias clínicas se están archivando en carros porque tienen miedo a que se caigan trozos del techo”, señala  Jesús López, delegado de prevención de riesgos laborales de CCOO en el centro. En su opinión, el peligro de este problema, adelantado este lunes por El Confidencial, se da sobre todo cuando algún profesional sanitario quiere acceder a alguna de las historias clínicas antiguas. “Además, se tarda más en el almacenaje de historias, porque las están archivando donde no corresponde porque tienen miedo de entrar al centro. Y luego, cuando se arregle, van a tener una sobrecarga de guardar todas las historias clínicas”, añade el sindicalista. 

Problemas en el techo del archivo del Hospital Gregorio Marañón.Problemas en el techo del archivo del Hospital Gregorio Marañón. CC OO

Según el presidente de AFEM, también ha habido problemas con los consentimientos informados para operaciones y pruebas quirúrgicas. “El hospital dice que si se requiere con urgencia se entra a buscarlo, pero la realidad es que no se hace. Los nuevos consentimientos informados que se han hecho cuando se ha caído el techo los van metiendo en jaulas y luego cuando los pides nadie sabe dónde están”,

 » Más información en elpais.es