Mientras las dietas definitivas brotan como setas, cada vez hay más personas que no saben qué es lo mejor que pueden poner en el plato. Que si los carbohidratos son buenos y luego malos, que si el atún es lo mejor esta semana y el diablo la siguiente, que si comer carne está bien, pero solo si es poca y medio cruda… Sobre la cacofonía de consejos nutricionales que resuenan en el civilizado mundo occidental emerge una pregunta desesperada: ¿Se puede saber qué debemos comer?, dicen los atribulados comensales. ¿Es que no es posible determinar cuál es la dieta perfecta? No se dan cuenta de que la pregunta no tendría sentido si vivieran como el ser humano lo ha hecho durante casi toda su historia.
Con el espíritu de poner fin a este embrollo, un grupo de investigadores de la Universidad de Duke, en EE UU, ha decidido aportar un poco de originalidad científica y han estudiado las poblaciones de cazadores recolectores, notables por su excelente salud metabólica y cardiovascular. La idea parece excéntrica, sí, pero los científicos piensan que los hábitos nutricionales y de actividad física de los salvajes podrían tomarse eventualmente como modelos de salud pública. ¿Delirante? No, los resultados de la investigación confirman que van por el buen camino.
La conclusión más interesante a la que los académicos han llegado es un alivio: preguntarse si hay una dieta perfecta no es lo mejor que uno puede hacer -dicen-, ya que las sociedades primitivas consiguen tener una salud de hierro con regímenes muy distintos. O sea, que no hay una dieta óptima para el ser humano. Si eres de los que se preocupa por darle a su cuerpo el mejor combustible, ya puedes respirar tranquilo, lejos de la tiranía de las dietas perfectas.
Obesidad e hipertensión, rarezas en las tribus primitivas
Los investigadores llegaron a esta conclusión tras revisar trabajos recientes sobre salud, actividad, energía y dieta entre cazadores recolectores, así como en otras sociedades de pequeña escala (por ejemplo, agricultores de subsistencia, horticultores y pastores).