EFE

  • La desactivación de una proteína puede ayudar a prevenir la progresión de la enfermedad.
  • El estudio lo han llevado a cabo investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa.

Alzhéimer

Un equipo de científicos ha descubierto una nueva diana terapéutica para el tratamiento del alzhéimer, que según los investigadores abre una vía esperanzadora para tratar de frenar el curso de la enfermedad en las etapas más tempranas.

El trabajo, cuyas conclusiones publica la revista Nature Neuroscience, ha sido llevado a cabo en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (Universidad Autónoma de Madrid/CSIC) y ha contado con financiación de la Fundación Tatiana Pérez de Guzman el Bueno.

Las investigadoras de este centro Paola Bovolenta y Pilar Esteve han comprobado que en los pacientes de alzhéimer los niveles de una proteína (denominada SFRP1) se encuentran «anormalmente elevados» y continúan aumentando conforme avanza la enfermedad.

Los experimentos que se han realizado ya en ratones han servido para demostrar que cuando se inactiva la función de esa proteína se previene la progresión de la enfermedad.

La investigadora italiana Paola Bovolenta explicó a Efe que los niveles de esa proteína son muy elevados en estos pacientes y que la neutralización de sus funciones puede ser determinante para detener la progresión de la enfermedad.

Un camino aún «muy largo»

Bovolenta insistió en que los experimentos y las comprobaciones se han realizado con ratones, y aunque se ha mostrado muy esperanzada por la posibilidad de que en el futuro sea aplicable a los enfermos de alzheimer, subrayó que el camino que resta hasta la práctica clínica «es todavía muy largo».

«Los experimentos y las comprobaciones que realizamos en ratones no siempre funcionan de la misma manera en humanos, pero tenemos muy buena base», ha manifestado la investigadora.

La enfermedad del alzhéimer se caracteriza por la pérdida progresiva e irreversible de las capacidades cognitivas en los pacientes, y su tratamiento, según las científicas que han liderado la investigación, necesita enfoques alternativos a los actuales.

Al tener un origen basado en numerosos factores, esos nuevos enfoques se deberían diseñar para actuar en más de uno de los procesos que se encuentran patológicamente alterados en la enfermedad, según Paola Bovolenta.

Esta proteína (la SFRP1) es precisamente uno de esos factores que actúan en múltiples procesos que están relacionados con el Alzheimer.

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