Investigadores de la Universidad de Alabama han revelado, a partir de experimentos preclínicos, una pieza clave que falta en el rompecabezas de la enfermedad de Alzheimer, según la cual la catarata de la enfermedad de Alzheimer se activa por una señalización defectuosa de la noradrenalina.Según publican en la revista ‘Science Translational Medicine‘, eso permitió experimentos de prueba de concepto, usando un medicamento existente, que redujo drásticamente la patología y los síntomas de la enfermedad de Alzheimer en dos modelos de ratones, lo que potencialmente ofrece un tratamiento inmediato para esta enfermedad devastadora. La investigación incluía análisis de tejido cerebral humano y datos clínicos longitudinales que respaldaban los datos del modelo de ratón in vivo.»Nuestro estudio proporciona información traslacional sobre los mecanismos subyacentes a la toxicidad de la proteína beta amiloide, que puede tener fuertes implicaciones para el diseño futuro de medicamentos, apunta Qin Wang, profesora en el Departamento de Biología Celular, del Desarrollo e Integrativa en la Facultad de Medicina de la UAB. Identifica una interacción del receptor acoplado a la proteína amiloide beta/G que representa un objetivo terapéutico atractivo específico para la enfermedad de Alzheimer».Curiosamente, el mecanismo patológico encontrado también puede explicar el fracaso de numerosos ensayos clínicos de Alzheimer que se centraron en la reducción del culpable de la enfermedad de Alzheimer: la acumulación de proteína amiloide en el cerebro.Wang recuerda que es ampliamente aceptado que la acumulación de oligómeros beta amiloides en el cerebro actúa como un desencadenante para inducir cambios patológicos en la proteína tau, y que la proteína tau alterada es la bala que ataca y mata las neuronas en la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, la vía que conecta a estos dos era desconocida.Wang y sus colegas descubrieron que los oligómeros beta amiloides secuestran la señalización de norepinefrina en las neuronas cerebrales, lo que redirige falsamente esta señal para activar una quinasa llamada GSK3-beta, una enzima activada hiperfosforila la proteína tau, haciéndola tóxica para las neuronas.Este nuevo cableado de la señalización de noradrenalina se lleva a cabo en un receptor de membrana celular en la superficie de las neuronas llamado receptor adrenérgico alfa-2A. Este receptor es parte de una gran familia de receptores acoplados a proteínas G que detectan moléculas fuera de una célula y luego activan una señal interna que causa una respuesta celular.Mientras que una cierta concentración de oligómeros beta-amiloides puede activar GSK3-beta,

 » Más información en 20minutos.es