Médicos Sin Fronteras (MSF) lanzó el avisó. El brote de ébola en la República Democrática del Congo (RDC) es ya «muy preocupante». Hace solo tres semanas se superó la barrera de los mil enfermos y, en apenas quince días, se han dado más de trescientos nuevos casos. Ya son más de 840 las personas fallecidas. La Federación Internacional de la Cruz Roja también emitió otro mensaje preocupante. En un solo día, el martes 9 de abril, se confirmaron 18 nuevos pacientes. «Es la cifra más alta en un solo día en el brote de ocho meses», señaló la organización en un comunicado. «El ébola se está propagando más rápido y muchas personas ya no buscan atención. Está claro que algunas comunidades vulnerables no confían en los que combaten el ébola», explicó Emanuele Capobianco, director de Salud y Atención de la Cruz Roja.

A este problema se suman ciertas particularidades del brote, como la inestable situación política del país. En la zona este del Congo donde se han concentrado los contagios (Kivu del Norte e Ituri), junto a la frontera con Uganda y Ruanda, conviven el Ejército, varias milicias locales y un grupo guerrillero (Mai-Mai). Una situación de inestabilidad que sufren los centros de atención a los propios enfermos. Hace casi dos meses, Médicos Sin Fronteras tuvo que cesar de forma temporal su actividad en Butembo por culpa de un ataque perpetrado por desconocidos que incendiaron algunas de sus instalaciones.

No era la primera vez que ocurría esto en un centro de atención del ébola. A finales de febrero, se produjo otro incidente en Katwa. Tras el último ataque, quince trabajadores del MSF fueron expatriados, según explica Luis Encinas, experto de ébola en Médicos Sin Fronteras. Aproximadamente, la organización tiene en el país unas doscientas personas trabajando, entre personal local y foráneo, en los diferentes centros donde se ha atendido a más de la mitad de los casos de ébola del país.

 » Leer más