El 19,8% de la población española fuma a diario y España es el undécimo país del mundo en el que más comida basura se consume, según los datos del INE y un estudio de la EAE Business School. Estos dos hábitos comunes pueden tener un impacto muy negativo en la salud y, además, están directamente relacionados. De hecho, un nuevo estudio elaborado por el Colegio Médico de la Universidad de Minnesota (EEUU), ha sacado a la luz una clara conexión entre dejar de fumar tabaco y la ingesta de comida basura.
La investigación apunta al sistema opioide endógeno, encargado de regular las adicciones y el apetito, entre otros aspectos. Los expertos lo señalan como la causa de la preferencia de los fumadores por la comida basura cuando dejan de fumar y no consumen nicotina.
Mustafa al’Absi, licenciado en psicología y profesor en el Departamento de Medicina de Familia en la Universidad de Minesota, es el principal investigador del estudio publicado en el Journal of Drug and Alcohol Dependence.
«Investigamos si una privación aguda de nicotina incrementaba la ingesta de comida basura, alta en sal, grasas y azúcar, y cómo los receptores relajantes del sistema opioide endógeno están involucrados», cuenta en declaraciones recogidas por Eureka.