El frío ha llegado para quedarse y, con él, los virus y las enfermedades típicas de esta época del año. Aunque hay quien siempre logra librarse —o quien ha tomado precauciones como vacunarse—, es muy probable que caigamos al menos una vez en alguna de las molestias y tengamos que soportar sus síntomas durante algunos días, hasta que vuelva el calor. ¿Pero cuánto tiempo pueden durar la tos la congestión y otros síntomas típicos de estas enfermedades?

Gripe y resfriado: síntomas similares, pero de distinta duración

La gripe es una de las enfermedades más frecuentes del tiempo frío. De ahí que, durante las temporadas de otoño e invierno, se lleven a cabo campañas de vacunación para prevenir su contagio. Todavía estamos a tiempo de inmunizarnos (este periodo acaba el 31 de enero de 2020, aclaran desde el Colegio Oficial de Médicos de Madrid). «Los síntomas de la gripe en personas que no tienen ninguna otra enfermedad suelen durar entre uno y tres días», asegura Belén Padilla, vicepresidenta del Colegio de Médicos de Madrid. Aunque, según los datos del Ministerio de Sanidad, algunos de ellos se pueden alargar hasta dos semanas.

La fiebre, los escalofríos y los dolores musculares pueden durar entre 3 y 5 días; la tos, entre una y dos semanas; la congestión nasal y la falta de energía pueden alargarse entre una y dos semanas. La especialista explica que, para aliviar la fiebre y el malestar físico, «es posible tomar antiinflamatorios, siempre que no exista contraindicación. Nunca debemos combatir la gripe con antibióticos, ya que está producida por un virus y no una bacteria».

El cuadro sintomático del resfriado es muy similar al de la gripe: febrícula (una fiebre ligera, superior a los 37ºC, pero inferior a los 38ºC), rinorrea (mocos nasales que son como agua), tos y dolor de garganta. La diferencia es que en este caso todos ellos son más leves y su duración es menor. Para tratarlos, la experta recomienda antiinflamatorios y, en caso de que los mocos sean excesivos,

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