El cansancio es algo normal es nuestra vida, pues todos, en algún momento de nuestra vida, hemos experimentado la sensación de no poder más, una somnolencia fuera de la normal e incluso nos hemos sentido incapaces de llevar a cabo nuestras actividades diarias por culpa de la fatiga. En la mayoría de las ocasiones, este cansancio tiene una causa muy clara y no reviste gravedad: estrés, exceso de trabajo, falta de sueño, estar embarazada o criando niños pequeños, realizar actividades físicas muy extenuantes, efecto secundario de algún medicamento…Sin embargo, cuando este agotamiento se transforma en fatiga, es decir, que nos impide llevar a cabo nuestras tareas diarias, sin una causa clara y se prolonga en el tiempo más de lo normal, podría ser síntoma de alguna enfermedad de mayor o menor gravedad.Aunque se parecen mucho y podemos llegar a confundirlos, el cansancio, la fatiga y la somnolencia son cosas distintas. Esta última es la necesidad imperiosa de dormir, tanto que nos impide llevar a cabo algunas actividades. El cansancio, por su parte, suele ser el fruto de un esfuerzo, ya sea físico o mental, de la falta de sueño… puede acompañarse de somnolencia y mejora al dormir o descansar. La fatiga, sin embargo, suele ir acompañada además de sensación de falta de energía y motivación (astenia), apatía y es más incapacitante. Si esta fatiga no mejora con el descanso y el sueño, no tiene una causa clara y se prolonga en el tiempo más allá de un mes podría ser de origen patológico y sería conveniente acudir a que nos evaluara un médico de familia, sobre todo si va acompañada de otros síntomas como dolor de cabeza, aumento o pérdida de peso, hinchazón, visión borrosa, etc.Detrás de la fatiga prolongada puede haber alguna enfermedad o patología más o menos grave. Para averiguar la causa es probable que el médico le encargue una analítica y, si lo considera oportuno, alguna prueba más para detectar problemas en corazón, hígado, riñón o tiroides. Estas son algunas de las patologías más comunes.•Anemia. En la anemia, ya sea ferropénica (por falta de hierro) o la megaloblástica, que suele estar causada por falta de vitaminas B9 y B12, la fatiga es uno de los síntomas más frecuentes. Basta una analítica para localizar el problema.•Hipotiroidismo. Cuando la glándula tiroides está hipoactiva, es decir, que produce menos hormonas de las necesarias, el metabolismo se ralentiza, por eso, el primer síntoma suelen ser la fatiga y la apatía.