Cuando un hueso se rompe, éste se regenera naturalmente para arreglar la fractura. Esta ‘habilidad’ ha servido para que los expertos desde hace un tiempo hayan conseguido hacerles crecer más allá de su tamaño habitual con el objetivo de, entre otros puntos, ayudar a las personas con extremidades que tienen una talla baja de tipo patológico, o que presentan diferencias de longitud entre las mismas.Esta técnica quirúrgica se conoce como ‘alargamiento óseo’ y suele realizarse con mayor frecuencia entre las personas con displasia ósea o acondroplasia, «con el objetivo de que puedan alcanzar una estatura en la media de la población general», según explica el doctor Javier Downey, integrante de la Unidad de Traumatología Pediátrica del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla, experto en este tipo de cirugías.Con esta técnica se pueden crecer hasta 16 centímetros, según detalla el cirujano, a la vez que precisa que el perfil de paciente que generalmente se somete a este tipo de intervención son varones de 20 a 40 años. «Estos sufren una condición llamada ‘disforia de estatura’, una patología psicológica que no mejora hasta que la persona que la padece logra aumentar su altura», agrega Downey.En el caso de las mujeres, este cirujano subraya que éstas cuentan con la ventaja de poder utilizar zapatos de tacón para disimular una baja estatura, «por lo que el número de pacientes femeninas que se interviene es menor». Desde el Paley Institute norteamericano, centro al que está adscrito la Unidad de Deformidades Óseas del Servicio de Traumatología Pediátrica de Quirónsalud Sagrado Corazón en el que trabaja Downey, un centro pionero en estas técnicas, explican: «El hueso se regenera mientras los segmentos del mismo son apartados lentamente, dando lugar a una enlongación del mismo. Básicamente consiste en modificar la longitud del hueso que no se ha desarrollado normalmente, o que ha sufrido algún tipo de patología capaz de modificar su integridad, aunque en algunas ocasiones puede estar indicada la actuación sobre el hueso aparentemente normal”, remarca.El cirujano señala que las intervenciones de alargamiento de huesos se venían haciendo tradicionalmente con fijadores externos, lo que conllevaba un mayor riesgo de infecciones y de fracturas, además de molestias por la presencia de los clavos y de los alambres que atravesaban la piel y el músculo.No obstante, su equipo del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla ha realizado por primera vez en España una cirugía de alargamiento óseo con clavo de acero,

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