Científicos de la Universidad Nacional de Australia (ANU, por sus siglas en inglés) han descubierto, gracias a la utilización de células humanas cultivadas y ratones transgénicos, que una proteína producida naturalmente por nuestro organismo podría corregir los defectos de nuestro sistema inmunológico y ayudar a tratar alergias y enfermedades autoinmunes, según el estudio publicado por la universidad.
Para llevar a cabo la investigación, que se ha prolongado durante cinco años, se ha analizado la respuesta inmunitaria de unos ratones modificados genéticamente al inyectárseles neuritina, una proteína generada por las células inmunitarias capaz de impedir «la formación de células plasmáticas rebeldes, que son las que producen anticuerpos dañinos», ha explicado Paula González-Figueroa, inmunóloga de la ANU.
Estos ratones no poseían las células T que regulan el sistema inmunitario y que eliminan tanto los anticuerpos autodirigidos como los que generan las histaminas que luchan contra nuestras alergias, estos últimos pertenecientes a la inmunoglobulina E (IgE).
Dichas células T, denominadas reguladoras foliculares (Tfr), poseen un subtipo específico que libera neuritina, capaz de disminuir la respuesta antihistamínica y neutralizar la autoinmune. Así, cuando los ratones recibieron Tfr para tratarles una reacción alérgica, los resultados mostraron que «parecían sanos», ya que este provocó que la eliminación de las llamadas células plasmáticas rebeldes.
Los investigadores se muestran aún cautos con los resultados.