El embarazo de mellizos de Beyoncé fue algo “inesperado” para la artista y “extremadamente difícil”. Así lo revela la cantante, de 37 años, en su nuevo documental de Netflix, Homecoming, centrado en su actuación de Coachella 2018 que la plataforma ha estrenado este miércoles. “Mi cuerpo pasó por más de lo que sabía que podía”, admite Beyoncé en el documental.

La cantante habla sobre las dificultades que tuvo cuando estaba embarazada de sus mellizos, Sir y Rumi, que este junio cumplirán dos años, y revela que tuvo preeclampsia, una complicación en la gestación que causa presión arterial alta y puede llevar a complicaciones graves. “En el útero, el corazón de uno de los bebés se paró un par de veces, así que me hicieron una cesárea de urgencia”, desvela.

Beyoncé supo que estaba embarazada a finales de 2016, aunque no fue hasta febrero del año siguiente cuando la artista anunció en público a través de sus redes sociales que volvería a ser madre por partida doble con una serie de imágenes en las que emulaba a una diosa de la fertilidad y que dieron la vuelta al mundo. En ese momento ya estaba confirmada su asistencia para el festival de Coachella 2017, pero tuvo que posponerla al año siguiente. “Se suponía que debía hacer Coachella el año anterior, pero me quedé embarazada de forma inesperada. Y terminaron siendo gemelos, lo que fue aún más sorprendente”, cuenta ahora.

Cuando dio a luz en junio de 2017, Beyoncé pesaba más de 98 kilos, por lo que no le resultó nada fácil recuperarse, ni emocional ni físicamente. “Tuve que reconstruir mi cuerpo. Me llevó un tiempo sentirme lo suficientemente segura como para dar todo de mí. […] Gran parte de la coreografía de mis espectáculos son sentimientos, por lo que no es tan técnico, es tu propia personalidad lo que le da vida al show. Eso es difícil cuando no te sientes tú mismo”,

 » Más información en elpais.es