La llegada de un bebé suele descolocar el ritmo habitual de un hogar, pero si se trata de un recién nacido prematuro, se multiplican las tareas de sus cuidados, sobre todo durante los dos primeros años de vida. Un niño prematuro es el que viene al mundo antes de las 37 semanas de gestación. Nacer antes de tiempo, implica que el bebé permanecerá un tiempo hospitalizado hasta que, como mínimo, llegue a la fecha de parto en la que hubiese nacido el niño. Para que un recién nacido prematuro reciba el alta hospitalaria “no ha de presentar pausas respiratorias y ha de tolerar bien la alimentación, aunque si hay alguna otra complicación, como una enfermedad pulmonar aguda o una inflamación intestinal, se puede alargar la estancia hospitalaria”, explica Félix del Castillo, jefe de neonatología del Hospital de Barcelona, Vall d’Hebron.

El hecho de que un bebé permanezca hospitalizado durante meses “llega a crear a los padres una gran dependencia de los profesionales médicos y de la monitorización de su hijo, como forma de controlar que todo está bien. Por ello, cuando llega el momento mágico del alta, aparece un sentimiento de estrés, inseguridad y miedo a que dejen de respirar o a no ser capaces de cuidarlos, aunque llevan semanas haciéndolo. Para minimizar esta circunstancia, en el Servicio de Neonatología del Hospital Vall de Hebrón, tenemos un modelo de cuidado centrado en el paciente, con la participación directa de la familia”, añade Félix del Castillo.

Una vez que el bebé llega a casa y teniendo en cuenta que cada niño tiene su circunstancia diferente que marcará su ritmo de desarrollo y necesidades específicas, hay unos consejos que facilitarán el cuidado del recién nacido prematuro cuando llega a casa, según el doctor Félix del Castillo:

  1. La alimentación con leche materna es lo ideal, pero también existen leches artificiales adaptadas a prematuros que pueden utilizarse hasta los 2 kilos de peso y, posteriormente, cualquier otra leche adaptada de lactante. Los suplementos nutritivos no son necesarios si el crecimiento del bebé se ajusta a los parámetros habituales.

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