Durante mucho tiempo ha sido un problema de difícil solución pero, afortunadamente, esto ha cambiado de manera radical. La respuesta a las estrías está en una cosmética de formulación concisa y eficaz.La cosmética tiene una casi total eficacia en la prevención de las estrías, y una eficiente capacidad en solucionar, o cuando menos disimular de manera importante, las que ya están a la vista.Lo que teóricamente se conoce como estrías de distensión son un problema bastante frecuente que repercute negativamente en el ánimo, además de la imagen, de las personas que la padecen. Su aspecto es fácilmente reconocible. Esta alteración en la piel se distingue por unas bandas lineales y alisadas en las que la epidermis está más fina y presenta un aspecto distinto de la piel gruesa y sana. Rojas en su inicio, se van volviendo blancas cuando se han estabilizado.Encontramos como causas más frecuentes el embarazo, el aumento súbito de peso, o un crecimiento rápido, junto con una propensión hereditaria. Para que se produzcan se ponen en marcha varios desencadenantes, desde la mala fabricación de colágeno y fibras elásticas a ciertos factores hormonales.Las estrías se forman en sentido perpendicular, donde se origina la tensión en la piel. Se percibe muy bien, por ejemplo, en el vientre de las mujeres embarazadas. Los muslos, el abdomen y las nalgas son las zonas donde aparecen más frecuentemente, pero también se pueden manifestar en la espalda, el pecho y en la región inguinal.Si utilizamos un microscopio para ver las células de la piel de las personas que tienen estrías, encontraremos que los fibroblastos, que son las células encargadas de fabricar las vigas que mantienen la elasticidad, se han vuelto terriblemente perezosos, y estas células, que en una demostración de vagancia no cumplen su función, ocasionan la falta de elasticidad y la rotura de la piel. En realidad, una estría es una forma de herida, aunque no sangre y no llegue a producir dolor.Nuestra piel es como una ciudad en continua creación y destrucción. Las obras públicas, las cañerías, los edificios o los aeropuertos, se van deteriorando con el tiempo, la intemperie o el estrés. Las vigas, las paredes, las conducciones, se rompen o se oxidan continuamente y tiene que haber fábricas que produzcan los componentes arruinados, y empleados que los repongan. De hecho, si el mantenimiento no es el adecuado, la ciudad estará llena de socavones y los edificios agrietados,

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