Solo las regiones sanitarias de Tarragona, las Tierras del Ebro y Altos Pirineos-Arán pasarán a la fase 1 de desescalada a partir del lunes en el ámbito catalán. Esta es la propuesta que ha trasladado la Generalitat catalana al Ministerio de Sanidad. Barcelona y su área metropolitana, por tanto, seguirán en el punto de inicio, la fase 0, que no permite a sus ciudadanos reuniones de 10 personas o la apertura de terrazas en bares y cafeterías. El Govern catalán ha dividido Cataluña en nueve regiones sanitarias, en vez de las cuatro provincias como planteó en un principio el Gobierno central. Estas zonas son Barcelona ciudad, área metropolitana norte y la sur, Cataluña central, Girona y Lleida, además de las tres que podrían avanzar en la desescalada, como son las dos de Tarragona y la de los Pirineos y el Valle de Arán. El Govern apuesta por una Cataluña a dos velocidades, teniendo en cuenta que la situación desde el punto de vista epidemiológico es muy distinta entre unas zonas y otras, especialmente entre el entorno de la capital catalana y Tarragona.
Según ha señalado este miércoles por la tarde la consejera de Salud, Alba Vergès, las seis zonas que no pasarían a la fase 1 presentan una evolución positiva, pero necesitan unos días más para confirmar que la evolución es la adecuada. Vergés ha apuntado que el Govern hará la semana que viene una nueva evaluación y por tanto no sería preciso esperar 15 días más para cambiar de fase. Estas seis regiones, ha dicho, deberán ir a un ritmo más lento. El Govern ha fijado tres zonas en Cataluña de acuerdo al riesgo de rebrote, en función de la incidencia acumulada de casos en los últimos 14 días y al índice de transmisión por persona. Las tres regiones que ha propuesto para que pasen a fase 1 están en riesgo bajo. Todas las demás están en un riesgo moderado o moderado alto como es el caso de Barcelona ciudad.