La intérprete Azucena Hernández nació en Sevilla el 22 de marzo de 1960 y a los 17 años fue elegida Miss Cataluña. Los comienzos de su carrera como actriz coincidieron con la Transición y el inicio de la democracia en España y con aquella época en el que el cine de destape triunfó en el país como reacción a los años de dictadura y censura. Aunque sus primeros trabajos como intérprete fueron en el teatro, en 1977, pronto el cine llamó a su puerta y Hernández se convirtió en una de las actrices que nutrió títulos como Las eróticas vacaciones de Stela, Playboy en paro, Adulterio nacional, El erótico enmascarado, Bacanal en directo o Don Cipote de la Manga

También trabajó con el cómico Mariano Ozores en películas como ¡Que vienen los socialistas! (1982) o Todos al suelo (1982) y tuvo pequeños papeles en La estanquera de Vallecas (1987), de Eloy de la Iglesia, en El retorno del hombre lobo (1980), de Paul Naschy, en revistas musicales como Las Leandras y en grabaciones de zarzuela.

Azucena Hernández en la portada de la revista 'Intervíu'Azucena Hernández en la portada de la revista ‘Intervíu’

Su carrera fluía como tantas otras y era un rostro popular entre las actrices de la época. Acababa de acariciar la posibilidad de cambiar la trayectoria de su carrera interpretando la adaptación para teatro de la obra de Pirandello Enrique IV, y una noche de lluvia de 1984 perdió el control de su coche utilitario y todo cambió.

Al día siguiente se despertó en La Paz con el cuerpo paralizado y pasó de ser actriz a objeto de curiosidad pública a causa de su tragedia. La prensa del corazón siguió su caso, los compañeros de profesión desfilaron por los hospitales que recorrió en el año que tardó en volver a casa, incluso recibió la visita del entonces alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván.

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