Existe un parámetro oficial con el que la comunidad científica mide si una persona tiene sobrepeso o no. Es el Índice de Masa Corporal (IMC), que se calcula dividiendo su peso por su altura en metros al cuadrado. ¿Ha hecho el cálculo? Si el resultado es superior a 30, usted está oficialmente obeso. Y a partir de 25, ya tiene un sobrepeso que debería empezar a reducir. Este es el único indicador que en la actualidad se tiene en cuenta para tratar desde el punto de vista médico a una persona por exceso de peso. Con él, la estadística oficial dice que el 58% de la población adulta pesa más de lo que resulta saludable; el doble que hace dos décadas. Una cifra alarmante que, sin embargo, los investigadores expertos en la materia consideran no ajustada a la realidad. El problema, dicen, está «infradiagnosticado».
Lo que la OMS resalta como una de las dos epidemias del siglo XXI junto con la depresión, es mayor de lo que oficialmente se ha establecido en España. Por un lado, consideran insuficiente la medición solo con IMC como referencia y proponen otros como el diámetro del abdomen. La grasa acumulada en la cintura está considerada peligrosa para la salud, por su relación con el padecimiento de enfermedades cardiovasculares. Y personas consideradas con un ‘normopeso’ podrían estar en riesgo si te tiene en cuenta la ecuación de su cintura. El valor máximo saludable del perímetro abdominal en 88 centímetros en la mujer, mientras que en el hombre el valor es de 102 centímetros.
Junto a esta ausencia de parámetros más fieles, se da la circunstancia de que la única estadística que existe al respecto de este problema de salud de la población se realiza por parte del Instituto Nacional de Estadística, a través de una encuesta en la que es la propia persona la traslada los datos de estatura y peso.