Investigadores del Hospital Clínic-IDIBAPS de Barcelona han desarrollado un método de cribado no invasivo que mejora la detección precoz del cáncer de colon y podría evitar el 35 % de colonoscopias que se hacen ahora tras dar un falso positivo con el actual cribado.Los científicos proponen añadir su propuesta al actual cribado, que busca sangre en las heces: el análisis de dos microRNA (pequeñas moléculas de RNA o ácido ribonucleico) que permiten distinguir los pacientes con cáncer de colon o adenomas avanzados de los que no tienen lesiones.El estudio, publicado en la revista Gastroenterology, ha sido coordinado por el doctor Antoni Castells, director médico del Hospital Clínic y jefe de grupo del CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas, y la doctora Meritxell Gironella, investigadora IDIBAPS-CIBEREHD del mismo grupo, además de la investigadora predoctoral Saray Duran-Sanchon, primera firmante del artículo. En rueda de prensa, el doctor Castells ha explicado que la investigación ha demostrado que la detección en las muestras de heces de dos microRNAs, pequeñas moléculas de RNA (ácido ribonucleico) que regulan la expresión de los genes, permite identificar a los pacientes con cáncer de colon o adenomas avanzados (lesiones previas que pueden desencadenar en un cáncer) de una «forma más precisa que sólo con la determinación de la presencia de sangre en estas muestras».Los investigadores del Clínic han analizado 800 muestras de heces de personas que habían participado en las pruebas de cribado de la ciudad de Barcelona y que habían dado positivo.El cribado en cáncer colorrectal se basa, actualmente, en la detección de sangre en heces mediante un análisis inmunoquímico y en la posterior realización de una colonoscopia si el resultado del primer análisis es positivo.La baja especificidad del análisis de sangre en las heces da una tasa elevada de falsos positivos, lo que comporta que se hagan colonoscopias no necesarias y molestas para los pacientes.»El uso de biomarcadores para la detección precoz de la enfermedad podría solucionar las limitaciones de la detección de sangre en las heces», ha considerado Castells.Para validar este método de cribado haría falta analizar muestras de unas 10.000 personas, lo que supone un presupuesto de unos 3 millones de euros, de los que los científicos no disponen por el momento, aunque esperan que la industria farmacéutica esté dispuesta a colaborar con ellos para poner en marcha este gran estudio. «Nos falta analizar qué pasa con las personas que han dado negativo en la prueba actual»,

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