Las enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o las demencias son patologías complejas en las que interviene una gran variedad de factores diferentes. Muchos, por desgracia, parecen ser inevitables; sin embargo, es posible que ciertos hábitos y decisiones puedan mitigar el impacto de otros.

Así, el neurocientífico Richard Restak explica en el medio norteamericano CNBC algunos hábitos que inciden en un aspecto cada vez más estudiado del envejecimiento del sistema nervioso, como es la actividad cognitiva y el ejercicio de la memoria.

1. Leer ficción

Restak argumenta, por ejemplo, que hay algunas razones por las que los libros de ficción resultan algo más exigentes para nuestra memoria, al obligarnos a retener detalles sobre diversos entornos, tramas y personajes.

De hecho, el neurólogo incluso expone que a través de los años ha observado que un signo común de la demencia temprana es que el paciente deje de leer novelas.

2. Aprovechar las visitas a los museos

Los museos, dice el experto, son un lugar ideal para realizar algunos sencillos ejercicios de memoria. Por ejemplo, en los de arte podemos tratar de recordar los elementos de los cuadros, tras pasar unos segundos o minutos memorizándolos.

3. Dar siestas, pero de menos de 90 minutos

Hay cierta evidencia científica de que el hábito de dormir siestas mejora el desempeño de la memoria en varias áreas,

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