Tener un pelo perfectamente liso y que no se encrespe con la humedad es el deseo de muchas mujeres con el pelo rizado, ondulado o, simplemente, difícil de manejar. Para conseguirlo, tenemos varias opciones, desde las temporales, que consisten en alisar el pelo cada vez que nos los lavamos a base de secadores y planchas, u otras soluciones más permanentes que prometen que nos olvidaremos de pasar horas pegadas a un secador por una temporada más o menos larga. Entre estas últimas, existen varias opciones, unas más duraderas que otras, aunque, realmente ninguna de ellas llega a ser permanente, pues para prolongar el resultado, hay que repetir el tratamiento con menor o mayor frecuencia. Los alisados ‘permanentes’ más utilizados son tres: químico, japonés y brasileño.Es el más antiguo de todos y consiste en aplicar en el cabello algún producto químico -generalmente una crema alcalina o a base de socio o calcio hidróxido- que rompen las cutículas, los enlaces proteicos que mantienen la forma del pelo, y el pelo ‘se relaja’. Para conseguir que el pelo se mantenga liso, tras aplicar el producto, se plancha y se alisa el cabello varias veces. Este tratamiento es muy agresivo y sólo se recomienda hacerlo por profesionales, aunque también es el más permanente de todos, y sólo será necesario retocar el cabello según este va creciendo. Además, tras el tratamiento habrá que cuidar el cabello de forma especial, no lavarlo en varios días y realizarse otros tratamientos agresivos, como tintes o mechas, pues el cabello puede quedar muy debilitado. Está indicado para melenas muy rizadas.Es muy parecido al anterior, pues la base es la misma: aplicar unos productos químicos -generalmente con tioglicolato de amonio y la queratina- en el cabello que ‘rompan’ y modifiquen la estructura del cabello alisándolo. Además de la aplicación de este cóctel de químicos, esta debe combinarse con un tratamiento térmico que planche rigurosamente el cabello y fije su nueva estructura con un neutralizador con peróxido de hidrógeno. Es menos agresivo que el químico y, aunque también es permanente, para mantenerlo perfectamente liso deberá repetirse o retocarse el tratamiento cada cuatro o seis meses. Los días posteriores, el cabello requerirá de algunas precauciones para mantener el alisado, como no lavarse el cabello en las 48 o 72 horas siguientes, no estar en contacto con humedad y no recogerlo. Tampoco se recomienda sobre cabellos teñidos, muy finos o dañados. El aspecto es el de un cabello liso,

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