RAQUEL LEMOS
- Es una zona en la muñeca en la que se encuentra el nervio mediano.
El túnel carpiano es una zona en la muñeca en la que se encuentra el nervio mediano. Para identificarlo mejor, es esa parte de nuestra mano que apoyamos en la mesa cuando cogemos el ratón del ordenador. A veces, este nervio se comprime y provoca un dolor muy agudo que asciende hasta el brazo. Al principio, puede parecer un simple calambre. No obstante, si el dolor no desaparece estaremos ante el síndrome del túnel carpiano.
Según la Asociación Española de Fisioterapeutas (AEF), el síndrome del túnel carpiano «suele estar causado y agravado por el trabajo». Así, las personas que trabajan delante de un ordenador, realizan servicios del hogar o brindan cuidados sanitarios son más propensas a sufrir este síndrome.
Si se realizan movimientos repetitivos con las manos, se sostienen elementos de gran peso o se adoptan posturas inadecuadas, es posible que el síndrome del túnel carpiano aparezca. La sintomatología empezará a manifestarse con una mayor frecuencia hasta que se convierta en una molestia diaria.
Síntomas del síndrome del túnel carpiano
El Instituto Nacional de la Salud (NIH) señala que «los síntomas comienzan gradualmente». Se puede notar como un entumecimiento, ardor o dolor en la palma de la mano, incluso en los dedos. Esto puede provocar un descenso del rendimiento laboral al tener que ralentizar el ritmo de trabajo debido al dolor. En algunos casos, también puede aparecer hinchazón. Otros síntomas que pueden manifestarse, según el NIH, son:
- Disminución de la fuerza de agarre.
- Dificultad para abrir y cerrar la mano.
- Hormigueo durante todo el día.
- Dolor durante la noche.
A pesar de las causas anteriormente mencionadas y que pueden estar asociadas con el trabajo, el NIH también expone que factores como la artritis reumatoide, la retención de líquidos, el desarrollo de un quiste o el estrés laboral también pueden ser posibles causantes del síndrome del túnel carpiano.
¿Cómo se diagnostica?
Cuando se presentan los síntomas expuestos y estos provocan dificultades para realizar tareas básicas como sostener objetos pequeños (una taza, por ejemplo), es conveniente buscar ayuda. Como señala el NIH «En casos crónicos y/o no tratados, los músculos en la base del pulgar podrían atrofiarse».