El prolapso es el descenso de su posición de un órgano pélvico, que son la vejiga, el útero o el recto. En función del órgano descendido y del grado del descenso, hablaremos de un tipo de prolapso u otro. Así, los en la parte anterior de la pelvis, el descenso de uretra o de vejiga, se denomina uretrocele y cistocele; los prolapsos en el compartimento medio (útero o cúpula vaginal) se denominan histerocele y prolapso de cúpula vaginal; y el descenso de la parte (recto) se conoce con el nombre rectocele o al enterocele. El prolapso más común es el del útero -prolapso uterino- y es bastante común entre las mujeres, especialmente tras un parto o durante la menopausia.
¿Por qué se producen los prolapsos uterinos?
Los prolapsos se producen por una disfunción de los músculos del suelo pélvico provocada por la debilidad muscular y del tejido conectivo de la zona. Si estos tejidos están muy débiles, no realizan correctamente su función, que es sostener las vísceras pélvicas.
La disfunción del suelo pélvico es multicausal, pero hay factores y pueden precipitarlo i predisponer a padecerlo:
•Parto vaginal, sobre todo si ha sido instrumental o con traumatismos obstétricos, como fetos, grandes, utilización de fórceps, partos gemelares, etc. Los partos son la principal causa de los prolapsos,