Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es una enfermedad que afecta al 3,8% de la población, lo que supone que a escala global cerca de 280 millones de personas padecen este trastorno que repercute directamente en la vida cotidiana. Además, puede llegar a ser realmente grave y «en el peor de los casos puede llevar al suicidio«, añade la OMS. Un problema de salud pública, ya que «cada año se suicidan más de 700.000 personas».
Muchas personas que padecen depresión siguen sin recibir un diagnóstico y, consecuentemente, un tratamiento. Por eso, actuar ante los primeros signos de alerta es fundamental para evitar un trastorno más grave.
También llamada depresión clínica o trastorno depresivo mayor, esta enfermedad afecta al pensamiento y al comportamiento, y derivar en problemas físicos y emocionales que dificulten la realización de actividades cotidianas. «Puede causar síntomas más graves que controlar cómo se siente, piensa y coordinar actividades como dormir, comer o trabajar», explican desde el National Institute of Mental Health.
Primeras señales de alerta de la depresión
En muchas ocasiones podemos sentirnos decaídos, pero la depresión es mucho más que esto. «No es una debilidad y uno no puede recuperarse de la noche a la mañana de manera sencilla,