Bajo su anodina apariencia, con precios regulados y clientes sujetos a las recetas financiadas por el Sistema Nacional de Salud (SNS), el mercado de medicamentos de venta en farmacia esconde una vibrante competencia. Son los descuentos que los laboratorios —sobre todo los de fármacos— aplican en ofertas tipo “2 por 1” a los boticarios para que vendan sus fármacos a los pacientes de la sanidad pública. Un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) estima que estas rebajas ascienden al “40% de media”, un margen que se suma al margen del 22,9% que obtienen el sector con la venta de medicinas. El problema es que estos descuentos “no revierten en el consumidor” ni abaratan el gasto farmacéutico. 

El Ministerio de Sanidad impulsa ahora con las comunidades autónomas un plan sobre medicamentos genéricos y biosimilares que prevé “introducir mecanismos de devolución” para que la sanidad pública ahorre con estos descuentos, algo que ya hacen países como el Reino Unido. Aunque no hay datos precisos, fuentes del ministerio estiman que las deducciones ascienden a “unos 1.700 millones de euros al año”, aunque un cálculo “más prudente” reduce el potencial ahorro a la mitad. Esos 850 millones serían el 8% de los 10.171 millones de la factura pública en medicamentos de venta en farmacia en 2017.

El diseño del plan parte del diagnóstico de que los actuales precios de referencia necesitan una profunda reforma. De hecho, la CNMC sostiene que estos elevados descuentos revelan que muchos están “fijados de forma ineficiente” y tienen un potencial recorrido a la baja. El objetivo es reducir el gasto en aquellos fármacos con la patente expirada, lo que ocurre a los 10 años de su lanzamiento. Para lograrlo, Sanidad fija anualmente un precio según principio activo —el mismo sean de marca o genéricos— que será el que financiará con fondos públicos. Para los nuevos genéricos o biosimilares, el sistema impone un descuento automático del 40% y el 30%, respectivamente, respecto al fármaco original antes de que expirara la patente.

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