Esperar un minuto para pinzar el cordón umbilical de los nacidos antes de las 30 semanas de gestación, a no ser que necesiten reanimación inmediata, reduce el riesgo relativo de muerte o discapacidad en la primera infancia, según científicos australianos.

Retrasar el pinzamiento reduce en un 17% el riesgo relativo de muerte o discapacidad grave del niño en la primera infancia, lo que incluye una reducción del 30% en la mortalidad antes de los dos años.

Además, un 15% menos de bebés del grupo de pinzamiento retrasado necesitaron transfusiones de sangre tras el nacimiento, indica el estudio, que publica The Lancet Child and Adolescent Health.

La investigación, dirigida por la Universidad de Sidney, es un seguimiento de dos años del Estudio australiano de transfusión de la placenta, un ensayo clínico sobre el pinzamiento tardío del cordón umbilical en bebés nacidos antes de las 30 semanas, realizado en 25 hospitales de siete países.

El equipo comparó los resultados de más de 1.500 bebés, de ellos 767 con cuidadores que pretendían un retraso de 60 segundos en el pinzamiento y 764 lo esperaban hacer menos de diez segundos después del parto.

Aplicar de forma sistemática en todo el mundo la espera de un minuto “en los bebés muy prematuros que no requieren reanimación inmediata podría garantizar que 50.000 más sobrevivan sin discapacidades importantes en la próxima década»,

 » Leer más