La humanidad dispone de una vacuna eficaz para la enfermedad del sarampión desde hace cinco decenios. Sin embargo, en 2018 casi nueve millones de personas en el mundo contrajeron el sarampión y 142.000 murieron como consecuencia de sus efectos. Una media de 400 personas muere cada día, principalmente niños.

En un comunicado reciente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio la señal de alarma: este año el número de casos se multiplicará por tres. En Europa, 12.000 personas se contagiaron de sarampión este año. En la mayoría de los países, el nivel de vacunación de los niños es inferior al 95% y esta proporción se corresponde con el límite de seguridad. «Las informaciones incorrectas que se difunden en las redes sociales tienen una influencia real en las decisiones de los padres respecto de la vacunación de sus hijos, y el resultado es que los niños cogen el sarampión y algunos mueren«, explica Kate O’Brien, directora de vacunación y productos biológicos de la OMS.

¿Por qué es grave el sarampión?

La enfermedad empieza con fiebre alta, secreción nasal y manchas blancas en la mucosa. Unos días después brota una erupción cutánea por el rostro y el cuello que luego se extiende progresivamente al resto del cuerpo. En caso de contacto con este virus que se propaga fácilmente por el aire, una persona que no haya padecido con anterioridad el sarampión y que no esté vacunada tiene un 98% de posibilidades de infección.

El sarampión dura generalmente de 10 a 14 días. Entre las posibles complicaciones se encuentran la ceguera, un edema y la encefalitis, la diarrea grave, las infecciones de las vías respiratorias y la neumonía. Los representantes de la OMS subrayan que el desarrollo del sarampión puede dañar la memoria del sistema inmunitario durante meses, e incluso años después de la infección, lo cual afecta a la sensibilidad frente a otras enfermedades graves.

La mentira fundadora de los movimientos antivacuna modernos

Todo empezó con un engaño. En 1998,

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