Era un día tan bueno para procrastinar como cualquier otro y me entregaba sin más a deslizar el dedo por la pantalla del móvil, aportando cero unidades de cosas útiles a la sociedad. De repente, un anuncio: «Consigue que te paguen por masturbarte, solicita entrar en nuestro programa de Asesores del Orgasmo en España». ¿Que me paguen por qué? Releo. Sí, he leído bien.
Lo demás es historia. El caso es que me postulé y acabé siendo nombrado «asesor del orgasmo» de We-Vibe y Arcwave (Lovehoney) dos marcas de juguetes sexuales de alta gama, con más de 20 premios internacionales y centrados en la tecnología aplicada al placer. Esto lo averigüé después, a mí con lo de asesor del orgasmo ya me habían ganado. Aún estoy valorando ponerlo en Linkedin.
El trabajo duraría varios meses. Cada mes recibiría un pack de productos que tendría que probar. «Recomendamos utilizar cada juguete al menos 2-3 veces. Tú decides dónde, cuándo y cómo», me explican. Luego, rellenar encuestas sobre el producto en cuestión. Eso puedo hacerlo. Si me apunto a concursos de Instagram para que me toque una freidora de aire, puedo hacer esto.
«Esta es tu oportunidad de ser la voz de las masas que se masturban y de que tus comentarios supongan un cambio real en la industria de los juguetes eróticos»,