«Todos tenemos estereotipos, lo importante es entender cuándo estos empiezan a afectar a tu trabajo. Entender la salud mental sin el contexto social es un error», asegura Francisco Collazos, psiquiatra del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona que el pasado martes ofreció una charla en el congreso de la Sociedad Española de Medicina Tropical y Salud Internacional. «Un inuit o un bosquimano tienen las mismas emociones que alguien de Barcelona, pero no las expresan de la misma forma», añade. El médico relató cómo, en un viaje a Mozambique, sus compañeros y él viitaron a varios vecinos de un barrio para preguntarles sobre depresión. «Les preguntábamos por la depresao, fue un fracaso total», relata. Cuando finalmente pudieron hablar con varios de ellos en grupos reducidos, entendieron que cuando querían hablar de esta condición, lo expresaban diciendo la expresión «pensar mucho».

«En el mundo occidental, desde que somos pequeños se nos prepara para mirar hacia el futuro. En otras culturas las preguntas como ‘¿Qué quieres ser de mayor?’ no tienen lugar. Por eso, cuando alguien comienza a pensar mucho es lo que para nosotros sería la depresión. Hasta que no entendamos todas estas variables, los pacientes no van a dejar de abandonar tratamientos o consultas», completa Collazos. «Pero ojo, tampoco empecemos a atribuir todo a la cultura», advierte el experto.

Numerosas investigaciones señalan que los inmigrantes son más propensos a sufrir enfermedades como depresión o ansiedad precisamente por la soledad y desconcierto al que se enfrentan en su nuevo entorno. Si, además, han pasado por traumas como un conflicto, se añaden desórdenes como el shock postraumático o la psicosis. «Durante nuestra carrera aprendemos mucho de la psicopatología de los pacientes, pero no nos fijamos en que está pensando esa mujer colombiana a la que le dicen durante el embarazo que puede tener zika», apunta el doctor Collazos. Como el psiquiatra, son muchos los profesionales del sector de la salud que opinan que su trabajo va más allá de emitir recetas.

Miedo por el diagnóstico

El centro de investigación ISGlobal comenzó en 2016 un seguimiento con madres que habían recibido posibles diagnósticos de zika en su embarazo en el Clinic de Barcelona.

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