La lipoescultura es un tipo de cirugía estética que se centran en el contorno del cuerpo con el objetivo de corregir aquellas zonas corporales concretas en las que se acumula la grasa, la cual suele ser resistente incluso a las dietas alimentarias.
Aunque se confunde en muchas ocasiones con la famosa liposucción y los dos términos se usan indistintamente, hay algunas diferencias entre ellas, además de que esta intervención quirúrgica, al igual que todas, posee algunos riesgos que se deben conocer.
¿Qué es la lipoescultura?
La lipoescultura consiste en hacer una intervención quirúrgica para remodelar el cuerpo, extrayendo la grasa de ciertas zonas donde pueda estar localizada. Esta operación puede durar entre una y tres horas, aunque depende de la cantidad y y la zona.
Tal y como indican desde Quirón Salud, los pasos de la lipoescultura pasan por:
- Realizar una pequeña incisión para introducir una cánula de liposucción. El otro extremo de la cánula se une a una máquina que produce vacío o a una jeringa especial.
- El cirujano mueve la cánula entre los depósitos grasos, disolviéndola y succionándola.
- A veces se realizan incisiones adicionales en zonas poco visibles para eliminar todos los depósitos de grasa.
Diferencias entre liposucción y lipoescultura
En primer lugar hay que saber que toda aquella intervención que consista en disolver la grasa localizada en alguna parte del cuerpo y se extraiga a través de una cánula por un efecto de succión debe ser llamada liposucción.