MERCEDES BORJA

  • La calistenia o ‘street workout’ se basa en entrenar con el peso de nuestro propio cuerpo.
  • Te contamos las ventajas de esta disciplina y te damos consejos para iniciarte en ella.

Ejercicio en la calle

A pesar de tener un nombre difícil de pronunciar, la calistenia se basa en algo muy sencillo: entrenar con el peso de nuestro propio cuerpo. Pero esta disciplina, que llegó a España hace unos ocho años, es bastante más completa y, si se practica regularmente, una de las más eficaces para moldear nuestro cuerpo en poco tiempo.

En qué consiste

La calistenia, del griego kalos (belleza) y sthenos (fortaleza o vigor), hace referencia a todos esos ejercicios que se realizan sin necesidad de tener que utilizar objetos específicos —como pesas, mancuernas, máquinas, bicicletas…— y sin tener que acudir a un gimnasio o lugar especial para ello, solo utilizando nuestro propio cuerpo.

Aunque el concepto suene muy nuevo —se popularizó hace unos años en los barrios humildes de algunas ciudades de Estados Unidos—, más nada más alejado de la realidad, pues sus orígenes se remontan a la Francia de hace tres siglos y, de hecho, los atletas de la antigua Grecia ya usaban los ejercicios calisténicos para entrenar.

Anécdotas aparte, lo cierto que se trata de una disciplina que puede practicar todo el mundo, a todos los niveles y que, además de esculpir el cuerpo de manera equilibrada y natural, tiene otros grandes beneficios.

Cómo se practica

La calistenia se practica principalmente en la calle. De hecho, también se le conoce como street workout, pero puede practicarse en casa o donde quieras, pues al fin y al cabo solo necesitas tu cuerpo para practicarlo.

Para entrenar se repiten los patrones del movimiento humano, como tirones, empujes, estabilizadores… y se trabajan los distintos tipos de fuerza. De hecho, se trata de un entrenamiento funcional, es decir, que busca trabajar los músculos realizando movimientos cotidianos no forzados y que involucra a todos los músculos del cuerpo, no cada uno de ellos de manera aislada. De esta manera, ganamos en fuerza, agilidad y flexibilidad.

Por ejemplo, estamos realizando ejercicios calisténicos cuando subimos escaleras, hacemos sentadillas, flexiones, abdominales, planchas, zancadas, fondos… Estos serían ejercicios muy básicos, pero la calistenia es una disciplina muy amplia con varios niveles de fuerza y complejidad.

 » Más información en 20minutos.es