Una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes es el virus del papiloma humano, sobre el que ha aumentado considerablemente la concienciación en tiempos recientes.
Lo que a veces no es tan conocido es que este virus forma parte de una familia de más de 100 miembros, y de hecho algunos de ellos son ubicuos para el ser humano.
Aunque nos refiramos a él en singular, el término virus del papiloma humano hace referencia a varios grupos de virus ADN (es decir, que no poseen material genético ARN) que se replican en el núcleo de las células epiteliales escamosas humanas y de otros animales, por lo que afectan a la piel y a las mucosas.
En muchos de estos tipos, la infección es completamente asintomática, por lo que pasa desapercibida incluso aunque puede durar durante toda la vida de la persona afectada.
Sin embargo, ciertos otros tipos en ocasiones raras pueden desencadenar la aparición de ciertas formas de cáncer, lo que explica la relevancia que ha tomado la lucha contra este virus para las políticas de salud pública.
Estos virus se transmiten por contacto piel con piel, y en el caso más específico de los que afectan a la región anogenital son una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes.