Caminar es la alternativa más sencilla y saludable para evitar el riesgo de padecer una trombosis, caracterizada por la formación de un coágulo sanguíneo en una o más venas profundas del cuerpo, normalmente en las piernas, según destacan los especialistas de Mayo Clinic.

En este sentido, «los desplazamientos largos, sobre todo en el coche y en avión, favorecen la aparición de una trombosis venosa y de una embolia pulmonar», por lo que es aconsejable practicar ejercicios para evitar su aparición o agravamiento.

En el caso de haber padecido una enfermedad tromboembólica venosa, lo más recomendable es «caminar sin forzarse», ya que «las molestias o el cansancio que puedan aparecer deben ser tu límite», explican desde Trombo.info, de la Fundación para el Estudio de la Enfermedad Tromboembólica.

Los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan que las personas adultas dediquen, al menos, 30 minutos diarios a la práctica de una actividad física de intensidad moderada, como puede ser caminar, para prevenir el desarrollo de enfermedades no transmisibles y mejorar el estado de salud.

Si caminar no es posible, existen una serie de ejercicios concretos sencillos de hacer en casa e incluso en el trabajo que contribuyen a la mejora de la circulación de la sangre,

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