La radioterapia forma parte de manera habitual en los tratamientos de cáncer de mama y, aunque dependerá de los casos, generalmente, se aplica después de la cirugía -cuando esta ha sanado- y de los tratamientos con quimioterapia. Según la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) , se suele aplicar “en estadios precoces para irradiación de la mama tras cirugía conservadora; en estadios intermedios para tratamiento de la pared torácica y de las áreas ganglionares, axilar, supraclavicular o de la mamaria interna; y, en estadios avanzados para irradiación de las metástasis”. La finalidad última de la radioterapia es minimizar las probabilidades de que el cáncer reaparezca.

Aunque los tratamientos son cada vez más personalizados y a medida, veamos en general, en qué consiste la radioterapia en un tratamiento global de cáncer de mama.

Qué radioterapia se usa para tratar el cáncer de mama y cuánto dura el tratamiento

La radioterapia puede ser externa -irradiar con una máquina de manera externa las zonas a tratar- e interna (braquiterapia) -colocar un dispositivo con perdigones radiactivos en el lecho tumoral. La primera es la más habitual en los tratamientos contra el cáncer de mama y puede hacerse de varias maneras en función del estadio de la enfermedad o de la locación del tumor.

Tras la extracción del tumor.

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