La piel seca, o xerosis cutánea, aparece cuando hay una reducción de las glándulas sebáceas en la dermis, lo que da lugar a una pérdida excesiva agua. Este tipo de piel, «tiene menor cantidad de lípidos y cuando está deshidratada, la epidermis y la capa córnea sufren la falta de agua», destaca la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV) en su web.

Esta requesedad puede ocurrir a cualquier edad y a todas las personas, aunque suele ser de forma temporal y no tiene complicaciones graves.

De acuerdo con Mayo Clinic, la piel seca provoca una sensación de tirantez y falta de elasticidad, sobre todo después de ducharte o darte un baño. Por otro lado, es común que este tipo de piel se vuelva áspera y aparezca picazón o comezón, lo que puede conllevar a una «desescamación de leve a grave».

También suelen aparecer grietas finas e incluso profundas que pueden sangrar. Otro de los síntomas es el enrojecimiento, la irritación y la pérdida de luminosidad. Aunque la piel seca tiene carácter temporal y suele ser leve, si no se aplican los cuidados personales necesarios puede derivar en complicaciones como la dermatitis atópica o infecciones.

Uno de los factores más comunes que puede causar la sequedad en la piel es el medioambiental. «El nivel de humedad, las temperaturas extremas, el viento, el sol y la radiación ultravioleta son responsables de la deshidratación de la piel», indican desde la AEDV.

En este sentido, el aire seco y frío de invierno o el calor que reduce la humedad pueden conllevar a la deshidratación de la piel. Otras causas comunes son las siguientes:

Para evitar la sequedad en nuestra piel y rostro es importante mantener unos cuidados diarios. Uno de los más importantes es la hidratación. Beber agua es la principal forma de hidratarnos, pero también es importante aplicar cada día un hidratante, un limpiador facial para pieles secas y desmaquillarse.

Algunos consejos para restaurar la humedad que ofrece MedlinePlus son los siguientes:

Mantener una alimentación equilibrada y sana también repercutirá en la salud de nuestra piel por lo que es aconsejable una dieta rica en verduras y frutas, mientras que el tabaquismo favorece la deshidratación.

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