En los últimos años hemos visto popularizarse cada vez más el término ‘relaciones tóxicas’ (a veces, incluso, ‘personas tóxicas’) para hacer referencia a las relaciones interpersonales basadas en teoría en vínculos positivos (sobre todo de pareja) pero que en la práctica están marcadas por los constantes conflictos y desavenencias o por comportamientos que hacen daño emocional a una o ambas de las partes.
Conceptualmente se trata de algo tremendamente contraintuitivo, pero la verdad es que si no suena imposible es porque la realidad a la que referencia es palpable y casi todo el mundo acaba por encontrarse casos en su entorno cercano o, desafortunadamente, verse inmerso en una de estas relaciones. Así, cabe preguntarse cómo y por qué se da este fenómeno.
«No es un término que surja de la investigación científica ni que esté bien definido«, explica a 20Minutos Luis M. Vega, psicólogo sanitario y divulgador sobre psicología a través de la cuenta de Twitter @psicomatizando que destaca que el uso de este concepto conlleva varios problemas.
Como hemos visto, ‘relación tóxica’ es uno de esos términos cuyo significado parece sencillo de entender pero que, al mismo tiempo, tiene una definición concreta bastante esquiva. Vega detalla que esto se debe a la diferencia entre el uso original y el uso coloquial de la expresión: «El término ‘relaciones tóxicas’,