Las populares patatas fritas con sabor a jamón y la salsa barbacoa podrían tener los días contados (o por lo menos verse obligados a pasar por cambios muy importantes) en la Unión Europea, ya que la Comisión Europea decidió en abril de este año prohibir ocho aditivos de aroma ahumado que estos y otros productos utilizan.
La medida se basa en una serie de informes elaborados por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que advertían de que el uso de estos aditivos se asocia a un mayor riesgo de genotoxicidad: es decir, que pueden dañar el material genético de las células de nuestro organismo, provocando problemas de salud como cáncer.
¿Cuáles son los riesgos para la salud?
En primer lugar, hay que tener en cuenta que la normativa afecta a los aditivos con sabor a humo y no a los alimentos que han sido sometidos a procesos de ahumado para su conservación. Esto se debe a que los aditivos en los alimentos, para poder emplearse legalmente en productos comercializados en la Unión Europea, deben pasar por una serie de evaluaciones en relación a sus potenciales riesgos para la salud.
En el caso concreto de los aditivos con sabor a humo han mostrado riesgo potencial de genotoxicidad: es decir, la capacidad de dañar el genoma de los organismos,