El color de los ojos es un rasgo genético y, por ello, depende del color de ojos de tus padres. El más frecuente es el iris marrón seguido por el azul y lo más raro es un iris verde. Realmente, el causante de la tonalidad de nuestros ojos es la concentración de un pigmento, melanina, en la cara anterior del iris. A más melanina ojos más oscuros y los ojos más claritos tienen menos cantidad de melanina.

En medicina, el que un individuo presente ojos de diferente color se denomina heterocromía de iris. La heterocromía completa de iris es una condición poco frecuente con una incidencia de seis personas cada diez mil. Pero lo que sí es mucho más común es la heterocromía parcial o central de iris.

La heterocromía parcial es aquella en la que uno de los ojos tiene un sector con un color diferente, mientras que la central, que es todavía más habitual, consiste en tener la parte externa del iris de un color y la parte interna de otro. Éste último es el más común y no suele darse junto a patologías.

Esto se produce durante el desarrollo. Cuando los niños nacen suelen tener los ojos muy claritos y durante el crecimiento se deposita melanina en la zona anterior del iris o epitelio. Por esto, muchos bebés tienen los ojos azules al nacer y después, cuando se van haciendo mayores, sus ojos se oscurecen. De hecho, cuando se presenta una hetorocromía completa de iris, el ojo más claro es aquel que debido a una falta de melanina no ha llegado a pigmentarse como debiera. Esto no tiene por qué ser debido a ninguna patología, simplemente la pigmentación de un ojo ha sido diferente a la del otro. En la mayoría de los casos estos ojos están perfectamente sanos y ven exactamente igual de bien.

Una oftalmóloga revisa los ojos de un niño.Una oftalmóloga revisa los ojos de un niño.

Las causas de esta anomalía son variadas. La mayor parte de los casos tiene una estrecha relación con la herencia genética y no están asociados a ninguna enfermedad.

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