Las ventajas que tiene la lactancia materna son numerosas. Como bien explica la Asociación Española de Pediatría (AEPED) esta favorece la recuperación del peso, reduce el riesgo del cáncer de mama y mejora el contenido de calcio en los huesos, entre muchas otras. Pero, también es cierto que hay varios mitos.
Entre los mitos más extendidos se encuentra la preocupación por la deformación del pecho, si hay que comer más para producir mayor cantidad de leche (y mejor) o si existe algún riesgo para el lactante en el caso de que la madre decida comer algo picante. Pues bien, estos mitos los vamos a desmentir hoy.
Con la lactancia se cree que el pecho se deforma, que pierden densidad, que queda más flácido… Pero, la AEPED lo deja bien claro, «el principal cambio del pecho se produce durante el embarazo, independientemente de que la madre dé el pecho o no». No tiene nada que ver con la lactancia, sino con el embarazo.
Este es un mito que no se sabe muy bien su origen, ya que en ningún caso comer más va a garantizar que la producción de leche sea mayor ni mejor. Como indica la AEPED, sí es cierto que la madre debe seguir una dieta variada y equilibrada,