A estas alturas poca gente desconocerá que en lo que respecta a la cena es muy importante elegir qué comer y a qué hora. No solo en términos digestivos sino también por el impacto que esta decisión tendrá a la hora de conciliar el sueño. Y hay otra razón más de peso: alimentos que nos ayuden a reducir el riesgo de demencia, tal y como asegura el neurólogo David Perlmutter, del American College of Nutrition.
No es una cuestión de incorporar o descartar alimentos en el momento específico de la cena, sino de aplicar una dieta saludable en términos generales. En este sentido, es de sobra conocido que entre los enemigos acérrimos del organismo se encuentran productos que contengan los llamados azúcares libres, así como las grasas saturadas y los carbohidratos procesados.
La investigación alimentaria con respecto al deterioro cognitivo ha contado con avances destacables en los últimos años. Se ha constatado que pacientes con demencia presentan déficits en vitaminas y antioxidantes como el betacaroteno. En este sentido, la dieta mediterránea se suele aconsejar como pauta a tener en cuenta.
También se ha descubierto recientemente que una dieta rica en grasas saturadas aumenta el riesgo de padecer una de las enfermedades más prevalentes, el Alzheimer. Ha sido el resultado de un estudio que la Universidad Rovira i Virgili ha realizado en ratones,