Ese producto tan consumido en España en el desayuno o las meriendas y, aparentemente tan inofensivo, podría dejar de serlo según advierte el cardiólogo José Abellán en una entrevista en El Club de las Mentes Vivas de Podimo. Aunque tomar una o dos galletas de vez en cuando no tiene un efecto perjudicial por sí mismo, aficionarse a este alimento de manera constante sí podría tener consecuencias en la salud.
Los productos ultraprocesados que llenan las despensas de los hogares, y que son tan socorridos para unas prisas, tienen en su abuso la cara B de aumentar los riesgos de padecer determinadas enfermedades, como las cardiovasculares o, incluso, algunos tipos de cáncer. Bollería industrial, precocinados de todo tipo, fritos, salsas… contienen aditivos y conservantes que ‘engañan’ al apetito y dificultan la metabolización correcta.
El perfil nutricional de las galletas… poco aconsejable
Como explica el experto en salud para argumentar la relación entre las galletas ultraprocesadas y el riesgo de padecer ciertas enfermedades, el potencial nutricional «es el siguiente: nuestro cuerpo está suficientemente preparado para digerir alimentos completos. Las galletas no lo son, puesto que están hechas a partir de muchos alimentos mezclados«.
¿Cuál es el problema de este tipo de alimentos mezclados y ultraprocesados? Abellán advierte que «este tipo de productos hackean nuestro sistema del gusto y de la saciedad,