Para la psicología existen innumerables perfiles de personalidad, y cada uno de ellos tiene sus características propias y su forma de trabajar los puntos débiles. Sin embargo, existe un tipo de personas especialmente nocivas para los demás, que consumen nuestra energía porque siempre hablan de sí mismas en clave negativa, repitiendo lamentos y quejas, reclamando nuestra atención constante, y sin un ápice de empatía o preocupación por nuestra situación. Se trata de personas egocéntricas que ‘solo ellas tienen problemas’ y la humanidad entera debe atender sus demandas emocionales.
A estos perfiles que se les conoce como vampiros energéticos, es importante saber detectarlos a tiempo, para poner en marcha una serie de medidas que nos protejan de su egoísmo patológico. Antes de que consuman toda nuestra energía, y se apoderen de nuestro optimismo, debemos poner los límites que la psicología recomienda. Estos son los pasos a seguir para zafarnos de esta complicada relación.
Signos para reconocer a los vampiros energéticos
Estas personas que absorben nuestras energías emocionales, y que pueden agotarnos también físicamente, tienen en común una serie de signos que nos advierten de su personalidad, primer paso para ponerle remedio. Un síntoma inequívoco de que nos encontramos frente a una persona de este tipo es que convierten cualquier contrariedad en un verdadero drama personal,