Son las otras víctimas de la pandemia, las víctimas ocultas. Así se refieren anestesiólogos y cirujanos a esos pacientes quirúrgicos no Covid que han visto este último año pospuestas su intervenciones por falta de camas en las UCI, hasta el 70% de las cirugías han sido canceladas en los picos de la pandemia.
Lo explica el presidente de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR), Javier García, quien subraya que los retrasos en las cirugías están provocando un deterioro de los enfermos y un aumento de la mortalidad que se ha duplicado en el caso de la cirugía cardiaca al pasar del 4,2% en 2019 al 8,2% en 2020.
«Llevamos un año parando las cirugías cada vez que hay una ola epidémica y las víctimas son siempre las mismas: los pacientes quirúrgicos no Covid», señala García, jefe del Servicio de Anestesiología, UCI Quirúrgica y Dolor del Hospital Universitario Puerta de Hierro, en Madrid.
Sobre este exceso de mortalidad por el retraso en las cirugías durante la pandemia, García cita un estudio, liderado por el investigador Timothy Hanna, de la Queen’s University en Kinsgton (Canadá), realizado con 1,2 millones de pacientes oncológicos, muestra que le da un peso indiscutible en el ámbito científico y cuyos resultados considera extrapolables a España.