Los residentes de Jining, una ciudad de 11 millones de habitantes en la provincia costera china de Shandong, vieron sobresaltados el miércoles cómo muchos de sus grupos de WeChat —el WhatsApp chino—, especialmente los de trabajo, desaparecían borrados por la censura. Algo insólito en esta plácida urbe, acostumbrada a recibir atención normalmente solo por acoger en su territorio la demarcación de Qufu, el lugar de nacimiento de Confucio. Corría el rumor de un grave brote de Covid-19 en una de sus prisiones. Este viernes, el rumor se ha confirmado: las autoridades locales han informado de 207 casos de infección en la cárcel de Rencheng, en el centro de la localidad. No es el único episodio similar.
En las primeras semanas después de se conociera el verdadero alcance de la crisis y la mayor parte de China quedara en cuarentena total o parcial, en las redes sociales del país circulaban chistes en los que se bromeaba con que, de repente, las cárceles se habían convertido en los sitios más seguros. El chascarrillo se ha vuelto muy amargo: las prisiones se han revelado como un lugar de alto riesgo para que se propague la enfermedad. En las últimas horas se han dado a conocer cerca de 500 infecciones en estos centros.
Una penitenciaría de la provincia de Zhejiang ha revelado un brote entre sus presos y funcionarios que ha afectado a una treintena de personas. Una cárcel de mujeres en Wuhan, la ciudad en la provincia de Hubei donde el coronavirus pasó al ser humano, ha informado también este viernes de 230 casos de infección. También en Hubei, en la localidad de Shayang, se han detectado otros 41 casos en una prisión.
En el caso de la cárcel de Rencheng, el brote comenzó hace una semana, cuando uno de los guardianes comenzó a toser y sentirse enfermo. Según las autoridades municipales, las 2.077 personas detenidas o empleadas en el centro han sido sometidas a pruebas de laboratorio para determinar si son portadoras o no del nuevo coronavirus que causa la Covid-19. Siete funcionarios y doscientos prisioneros dieron positivo.