Al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) le costaba 14,40 quetzales (1,87 dólares) cada pastilla del medicamento para tratar la acidez estomacal, el lansoprazol. Eso fue antes de 2015, cuando en la institución encargada de la salud de los trabajadores guatemaltecos se desarrollaba una trama de corrupción en la compra de medicamentos. También antes de que Naciones Unidas, a través de la Oficina de Proyectos y Servicios (UNOPS, por sus siglas en inglés), comenzara a vigilar las adquisiciones gubernamentales. Este año, la institución adquirió la misma píldora en nueve centavos de quetzal (un centavo de dólar). Carlos Contreras, director del IGSS, reconoce a EL PAÍS que pese a que las asesorías de Naciones Unidas han contribuido a minimizar la corrupción en la institución, la presencia de la agencia podría estar en riesgo.
El escenario en el sistema de seguridad social ha cambiado drásticamente en tan solo tres años. En 2015, el 68% de las compras de medicamentos se concentraban en nueve empresas que representaban a cuatro grandes grupos empresariales. “Había precios exorbitantes”, cuenta Contreras. El control de los contratos estaba en pocas manos y quienes ganaban las licitaciones, generalmente, eran los mismos. La competencia era prácticamente nula. El director del IGSS explica que este sistema estaba respaldado por licitaciones muy generosas y procesos poco transparentes que resultaban en sobrecostes a cuenta de los presupuestos públicos.
En la más reciente licitación de medicamentos participaron 82 empresas y se ha conseguido que los insumos tengan precios más bajos, entre un 50% y un 4.000%. El ahorro está calculado en 480 millones de dólares en los últimos tres años y medio.“Ese dinero de ahorro nos permitió empezar a tener salarios más competitivos para los médicos”, señala Contreras. Desde el inicio de la participación de Naciones Unidas en 2016, el IGSS ha evaluado prácticamente toda la cadena del proceso de adquisición de medicamentos. Contreras apunta que también se ha mejorado la supervisión del proceso de almacenaje y control de calidad de estos productos. “La junta directiva retomó el control sobre las adquisiciones de medicamentos,