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  • Evaluar el microbioma del tracto reproductivo puede ampliar las posibilidades de concepción.
  • Un mejor manejo de la microbiota sería útil para aumentar las tasas de embarazo.

Embarazada

Estamos llenos de bacterias por dentro y por fuera. Tanto es así que un kilo de nuestro peso corporal es culpa de los microbios de nuestro organismo, que ejercen funciones clave para el cuerpo. Hay una rica diversidad de microorganismos en la mayoría de las superficies del cuerpo humano, también en el aparato reproductor femenino.

Cuenta SINC que cada vez se aprecia más el papel que la microbiota vaginal –el 9% de todos los microbios del cuerpo– posee en las mujeres. Conocer qué es un microbioma favorable del tracto reproductivo permitirá comprender mejor los mecanismos de la reproducción. Una revisión de estudios, publicada este año en la revista Reproductive Medicine and Biology, recopila los conocimientos actuales sobre la composición bacteriana de los tractos reproductivos, así como el impacto del microbioma en la salud y la reproducción femenina.  

Liderada por Carlos Simón, profesor de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Valencia y jefe de Endocrinología Reproductiva del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), se centra especialmente en el impacto del microbioma endometrial en la infertilidad y en las tecnologías de reproducción asistida. “La evaluación del microbioma del tracto reproductivo supone una nueva perspectiva de la reproducción humana, el embarazo y el inicio de la nueva vida”, explica Simón.

Para aumentar las posibilidades de embarazo y del nacimiento de un bebé sano y reducir los costes vinculados con la reproducción, muchos expertos valoran ya posponer el tratamiento o la concepción en caso de una microbiota desfavorable; así como el desarrollo de intervenciones terapéuticas o cambios del estilo de vida para modificarla.

Cuántos más lactobacilos, mejor

La microbiota vaginal tiene un papel crucial en la salud reproductiva de las mujeres. El tracto reproductivo femenino contiene un microbioma activo compuesto, principalmente, por bacterias del género Lactobacillus –relacionadas con un estado saludable–. Sin embargo, las fluctuaciones que ocurren en respuesta a factores internos y externos pueden afectar la fisiología de los órganos e incluso provocar estados patológicos.

Aunque la literatura científica al respecto mantiene que se necesita más investigación, un reciente artículo en Nature Medicine subraya cómo las alteraciones en el microbioma vaginal influyen directamente en el riesgo de prematuridad.

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