En un pequeño pueblo del interior de Argentina, un grupo de artistas expone sus obras cada semana en un mercado al aire libre. Cada pieza es original y única. Pero lo que más llama la atención son los carteles, que dicen «Tócame» y «Se puede tocar».

Cada ser humano es una obra de arte, irrepetible y única. Que el recién nacido sea tocado y acariciado al nacer es una necesidad básica. En términos de supervivencia, las personas estamos diseñadas para establecer relaciones sociales y mantener contacto físico con nuestro entorno.

En 1994, el psicólogo estadounidense Jay Seth Rosenblatt observó que los mamíferos tenían contacto con la cría inmediatamente tras el parto. Esto influye notoriamente en la relación entre madre e hijo, así como en su evolución física y biológica posterior.

Seguramente, muchos padres y madres se hagan estas preguntas: ¿cómo se debe proceder con un bebé nada más nacer? ¿Cuánto tiempo debemos esperar para tocarlo y mantener contacto con él? ¿Es bueno hacerlo? Y, de ser así, ¿cómo debe llevarse a cabo? ¿Cualquiera puede tocar a un recién nacido? ¿Se realiza esta práctica en todos los hospitales y con todas las madres?

El método madre/padre canguro

Denominamos contacto «piel con piel» cuando se coloca al bebé boca abajo encima del pecho o la tripa de su madre,

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