«Son los días difíciles, cada día veremos un poco más de casos. Nos acercamos al pico». El mensaje el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y del jefe de Emergencias, Fernando Simón, ha sido idéntico. La expansión del coronavirus no da ni un día de respiro a España. Y la situación no va a mejorar en breve. Las cifras, como se esperaba, están en pleno auge porque la pandemia, según todos los analistas, comienza, ahora sí, a entrar en el momento álgido de propagación.

Pero las estadísticas generales esconden otros datos inquietantes que certifican que el país no ha logrado el objetivo de achatar la temida curva infectiva y que se encuentra ya sumido en lo peor de la epidemia: el virus, que ya se ha cobrado 767 vidas, ha matado ya a tres personas menores de 65 años y sin patologías previas y ha comenzado a provocar víctimas mortales entre el personal sanitario, como ha ocurrido con una enfermera vasca de tan solo 52 años.

El COVID-19 alcanza este jueves ya los 17.147 casos confirmados, un 25% más de enfermos que hace 24horas, después de que en la última jornada se hayan diagnosticado 3.431 nuevos positivos.

Del miércoles (cuando se computaron 2.538 positivos) al jueves , con esos casi tres millares y medio de nuevos contagios, el ritmo de crecimiento de la infección se ha situado en un 35%, el doble que las peores jornadas vividas desde que se declaró la crisis oficialmente hace cuatro semanas.

«El aumento de casos no indica que vayamos mal, sino que poco a poco nos vamos aproximando al pico máximo», ha explicado Fernando Simón.

No son tampoco nada buenas las estadísticas en fallecimientos. España alcanza ya las 767 víctimas mortales, tras contabilizarse en el último día 169 muertos, buena parte de ellos ancianos que vivían en residencias para mayores azotadas por brotes de COVID-19.

 » Leer más