Todos los técnicos lo habían avisado: los martes siempre llega a las estadísticas de Sanidad un aluvión de notificaciones de casos de fallecidos y nuevos contagios del fin de semana que no habían sido comunicados todavía. De hecho todos los martes de esta crisis sanitaria han sido desalentadores. Y así ha sido también éste, aunque mucho menos que los precedentes.
La cifras de la pandemia en España, tal y como se esperaba, han repuntado, aunque no se han disparado ni mucho menos. Los fallecidos alcanzan los 13.798, tras un aumento en las últimas horas de 743 víctimas mortales. Después de cuatro días de continuos descensos en los decesos se rompe la tendencia. Se trata de 194 muertos más que los registrados el lunes, pero el ritmo de crecimiento de la mortalidad, a pesar de la llegada de fallecidos que se habían quedado en el tintero, se mantiene en un 5%. Un porcentaje que, aseguran desde Sanidad, confirma la «desaceleración clara» de la pandemia a pesar de estos «repuntes metodológicos típicos de cualquier registro epidemiológico».
El martes de la pasada semana el ritmo de crecimiento de los finados era el doble de hoy, un 10%. Aun así, España ha doblado el número de fallecidos en poco más de una semana, aunque sin llegar en ningún momento al millar de muertos en una jornada, una cifra récord que, auguran los epidemiólogos, no se volverá a ver si no hay una «segunda oleada».
Los números de nuevos infectados, que son las que se miran con más detalle para conocer hasta qué punto se está controlando la expansión del coronavirus, se sitúan este martes en los 5.478 personas. Son 1.205 infectados más que los computados ayer. Sin embargo, salvo las cifras del lunes de esta semana, no se veía un incremento de solo cinco millares de nuevos casos desde hace dos semanas.
El total de contagiados,